Los corales significan vida

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Un millón de especies marinas habitan los arrecifes de coral. El 75% de los arrecifes de coral están en peligro. Es uno de los ecosistemas más diversos y valiosos del planeta.

Los corales son seres que formando arrecifes abarcan innumerables especies, y, aunque solo ocupan un 1% del fondo marino, no podríamos existir sin ellos. Echan raíces en el fondo marino, son sésiles, pero no son plantas, sino animales.

Los organismos coralinos son autosuficientes pero se relacionan estrechamente con los arrecifes – comunidades calizas increíblemente diferentes que construyen. Son animales translúcidos y los asombrosos tonos de color que vemos en ellos proceden de los miles de millones de algas (zooxantelas) que albergan. Son radialmente simétricos, su cuerpo se basa a partir de un eje central. Además, no tienen una columna vertebral, patas, ojos o nariz como otros muchos animales.

Se forman por cientos e incluso millas de criaturas minúsculas llamadas pólipos. Los pólipos son sacos cilíndricos que contienen una boca en uno de los extremos y varios tentáculos retráctiles para capturar alimento alrededor de esta. Pueden crear arrecifes de 3 a 4 m de altura, creciendo 1 m cada año. De hecho, la Gran Barrera de Coral puede verse desde el espacio.

Los corales son el refugio para las algas conocidas como zooxantela, que se encuentran en su interior y utilizan el desecho metabólico de estos para realizar la fotosíntesis. Mantienen el equilibrio entre todos los seres vivos que habitan y el ecosistema. Con este oxígeno y el suministro de productos orgánicos, los corales crecen y construyen los arrecifes, esta relación de mutuo beneficio la denominamos simbiosis. Además, estas algas le aportan al coral su color y hasta un 95% de los nutrientes que necesitan.

Los arrecifes de coral son la definición de vida 

Ocupan menos del 1% de la superficie oceánica y son el hábitat del 25% de las criaturas marinas del mundo. Viven mayoritariamente en colonias, es poco común que los pólipos no actúen en cooperación y se encuentren solos o dispersos.

Su vida es esencialmente nocturna, de hecho, se alimenta durante la noche. Los que se nutren de las zooxantelas emplean sus filamentos de capa mucosa que captan diminutas partículas orgánicas disueltas en el agua.

Los arrecifes perceptibles en tamaño tienen entre 5 mil y 10 mil años de antigüedad. Actúan como filtros que atrapan todo aquello que flota en el océano, limpiando el agua. Estabilizan los suelos de pastos marinos, que ofrecen un espacio para alimentar a las crías de mamíferos marinos en un ambiente protegido. Su estructura forma una barrera protectora natural contra las olas de tormentas y promueve la supervivencia de muchos tipos de plantas y animales marinos.

Hay más especies de peces en 2 acres de arrecifes de coral que especies de aves en toda América del Norte. Crecen donde hay fuertes patrones de ondas y corrientes, ya que traen nutrientes a toda la biodiversidad que habita en este ecosistema. Son el hábitat de 1 millón de animales marinos, incluyendo más de 4 mil especies de peces.

Corales en peligro de extinción

Para el 2030, el 90% de los arrecifes de coral estarán en peligro. El 100% de los arrecifes se verán amenazados en 2050 si no actuamos ahora.

Ahora podemos convertirnos en la primera generación que salva un ecosistema entero. Hemos alcanzado el límite de nuestro planeta. Cuando los corales empiezan a brillar, este es el indicador visual de que los sistemas planetarios están empezando a fallar.

La capa superior del océano está absorbiendo más del 90% del calor del cambio climático, situando a los arrecifes de coral en la primera línea del problema y una de sus mayores soluciones.

El océano sostiene toda la vida en la Tierra. En cambio, es igual de frágil que nuestro propio cuerpo. Con un pequeño cambio de temperatura, de sólo 1 °C, los sistemas vitales empiezan a apagarse. Envueltos en la desesperación por lograr protegerse de las olas de calor del océano, algunos corales muestran colores fluorescentes – este es el indicador definitivo de que hemos alcanzado un punto de inflexión para el planeta.

Amenazas globales 

Nuevas investigaciones científicas muestran que los océanos son mucho más sensibles que los ecosistemas terrestres incluso al más mínimo cambio en la temperatura. A lo largo del siglo pasado, la Tierra se ha calentado 1°C por las emisiones de efecto invernadero producidas por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas – y el océano ha absorbido gran parte de este calor.

En los 300 metros más superficiales del océano se ha detectado un calentamiento de 0,33°C. Pero este calor llega desde la superficie hasta 700 metros de profundidad, donde vive la mayor parte de plantas y animales marinos.

El planeta almacena el 90% de la energía sobrante en el océano y algunos científicos predicen que el 90% de los arrecifes del mundo experimentarán un grave blanqueamiento anual en 2055.

Los corales expulsan sus algas simbióticas al percibir temperaturas demasiado cálidas, perdiendo su alimento y blanqueándose, volviéndose más vulnerables a las enfermedades y muriendo tras una prolongada ola de calor marino.

Cientos de millones de personas en las comunidades costeras podrían tener que ser desplazadas si el crecimiento de los corales no va a la misma velocidad que el aumento del nivel del mar.

Se estima que los corales irán quedándose en aguas con mayor profundidad, por lo que recibirán menos luz solar, la cual es fundamental para la obtención de alimento y de esta manera crecerán más despacio.

A medida que aumenta la temperatura de la superficie del mar, los tifones, ciclones y huracanes que destruyen los arrecifes de coral se hacen más fuertes a su vez.

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La acidificación de los océanos pone en riesgo la resiliencia de los arrecifes de coral, puntos clave de biodiversidad que está experimentando una degradación inmensa a causa de los efectos del cambio climático, entre ellos la acidificación.

Los océanos absorben incluso más dióxido de carbono que emiten a la atmósfera que los árboles. A causa de esto se vuelven más ácidos y muchos organismos que necesitan el carbonato cálcico para crear sus caparazones, conchas y la estructura de los corales se ven gravemente afectados.

Las poblaciones de coral pueden desaparecer a lo largo de este siglo, en nuestra generación por esta acidificación. La vida animal y vegetal en los océanos está amenazada, desde el fitoplancton hasta los arrecifes y una gran variedad de moluscos y mariscos porque forman sus conchas fijando calcio y carbonato (que crea el carbonato de calcio).

Cuando el pH del agua marina disminuye, la disponibilidad de carbonato disminuye en gran medida y las estructuras que lo requieren son vulnerables a la disolución. Con bajos niveles de pH no pueden formar sus esqueletos y conchas, y sin ellas no pueden sobrevivir.

Estos ecosistemas pierden biodiversidad. Por ejemplo, a las algas de las praderas de posidonia les faltan los organismos que revisten sus hojas y atenúan su color; también desaparecen otros como erizos, mientras que aumentan y se hacen dominantes otros como las medusas.

Los arrecifes de coral ocupan menos del 0,2% del suelo oceánico, pero son el hábitat de al menos un 25% de todas las especies marinas, por lo que su desaparición afectará a todas las especies dependientes de ellos y el resto de la cadena. alimentario. Son especialmente sensibles a cambios en el medio, están sufriendo eventos de blanqueamiento.

Amenazas directas 

El 55% de los arrecifes de coral del mundo están afectados por la sobrepesca. En el sudeste asiático, el 95% de los arrecifes están afectados.

Capturar más peces de los que el ecosistema puede soportar (sobrepesca) lleva a la disminución de las poblaciones de peces. Cuando las poblaciones de peces disminuyen, las algas pueden crecer sin control y acabar asfixiando a los corales.

El uso de explosivos para la pesca aturde y mata a los peces, destruyendo arrecifes de coral. Este tipo de pesca se lleva a cabo en las partes de menor profundidad y más vulnerables del arrecife, por lo que grandes secciones de este acaban destruidas y se complica o imposibilita su recuperación.

El uso de cianuro para confundir y capturar a los peces para los mercados de peces de acuario es sumamente destructivo, ya que este se arroja en los arrecifes de coral dañando y matando a los corales. Además, los pescadores suelen romper los corales al intentar extraer los peces, cuando solo 1/3 de ellos sobreviven tras ser capturados.

Artes de pesca como las redes de enmalle y las redes de playa se arrastran por el fondo oceánico capturando a distintas especies y corales. Las redes de pesca abandonadas (redes fantasma) atrapan a los animales marinos y asfixian a corales durante meses o años después del despliegue.

Métodos como la dinamita, el trasmallo y las redes de cerco son extremadamente insostenibles porque no solo afectan a unas especies exclusivamente, sino que también perjudican a una amplia variedad de fauna marina.

Somos la última generación con la oportunidad de salvar la vida de nuestro planeta, ahora es el único momento que nos queda para actuar hacia un mundo más sostenible. La Tierra es un planeta azul, si lo viésemos desde el espacio lo primero que percibiríamos es su intenso color océano. Bajo el agua nació la vida en sus millas de diversas formas y es nuestra responsabilidad proteger las especies que habitan en estos maravillosos ecosistemas: mares y océanos.